Por Omar Rincón
Una telenovela que se anunció como una comedia pero comenzó como tragedia, una historia que nació protegida por el éxito que es Nuevo rico, nuevo pobre, un protagónico para una bella y versátil Katherine Porto, una comedia popular más de Caracol. Todo es ¿Quién amará a María?
La fórmula de la telenovela Caracol es la comedia popular. Este canal pareciese que solo puede tener rating con la risa. Al chascarrillo grotesco de Cómplices, al éxito jocoso de Nuevo rico, nuevo pobre, ahora se le agrega esta risa femenina llamada ¿Quién amará a María?
Esta telecomedia es una apuesta total por Katherine Porto, rostro que ama la cámara, gestualidad de comedia tierna, guiño en tonos amables. Ella es creíble como actriz cómica que, en simultáneo, seduce y sobresale, a pesar que la cámara insiste en el desabrido plano abierto y la vestuarista la odia (¡la visten mal, muy mal!). La Porto es un acierto de esta producción.
Como el departamento masculino colombiano poco existe, esta comedia es una apuesta interesante por conseguir un galán de verdad; la ironía es que se necesitan cinco semigalanes para construir uno.
Otro acierto de historia porque es la realización de un sueño femenino: poder tener un hombre completo e integral, y ese solo se logra con la sumatoria. El mejor, Nicolás Rincón, se le cree y es tierno; gusta Didier Van Den Hove, insufrible Gustavo Ángel.
El libreto tiene tono, buen ritmo e ironía. Eso sí, al comienzo no encontraba la comedia y casi naufraga de anti-melodrama: ella abandonada por su macho, desesperada trágica, anuncia que «solo necesito un hombre para tener un hijo». ¡Menos mal era comedia! La risa llega en la burla sobre lo masculino. Lo cuentan bien, hacen reír. Eso sí, a veces se debilita cuando se busca desesperadamente el chistín. La comedia gana en fuerza y contundencia cuando se centra en las situaciones y personajes más que en el apunte.
La producción muy a lo Caracol: pobre en visualidad, poco de sutileza, todo evidente, nada para la imaginación. La falta de producción hace que la telenovela pierda sugerencia, pero es Caracol.
Muy bien protegida en su programación, con el tono de la risa nacional, con el rostro más bello y la sonrisa más tierna de la pantalla, con coherente casting masculino y sin pretensiones estéticas… Parece que el público puede amar a María.
OMAR RINCÓN
CRÍTICO DE TELEVISIÓN
orincon61@hotmail.com