Nada funciona mejor por estos días como eso de voltearse y gritarlo a los cuatro vientos, o cinco si incluimos al huracán Emily.
Es la práctica proverbial de quienes no pueden vivir sin las luces duras de la opinión pública como las llamó la filósofa Anna Arendt.
De ello pueden dar fe Fabio Valencia, Luis Alberto Moreno y muy especialmente la flamante presidenta del Congreso, Claudia Blum, todos ellos “vergonzantes