El presidente de la Federación Andaluza de Periodistas, Fernando Santiago considera posible luchar contra los males que aquejan al ejercicio del periodismo en España si se avanza en conseguir mejores disposiciones estatutarias. En el acto de conmemoración del centenario de la Asociación de la Prensa de Málaga, Santiago valoró el título del nuevo estatuto de Andalucía en tanto mejora y amplía la regulación de los medios de comunicación. «La precariedad no sólo afecta al profesional, sino también a la calidad de la información (ya que)a mejor formación y mejores contratos, mejor calidad de la información, y así haremos una sociedad más democrática». Información publicada por el diario Cádiz (España).
El título más escueto del futuro Estatuto andaluz es también –con permiso del que regula el medio ambiente– el más novedoso. El texto dedica once artículos a los medios de comunicación social e intenta consagrar el sempiterno objetivo de la neutralidad. Para ello, esboza una suerte de sistema garantista donde el Parlamento elige al director de la RTVA, se asume el compromiso de clarificar en adelante la publicidad institucional de la Junta y se promueve el habla andaluza entre los periodistas, a menudo reacios a utilizar ante las cámaras su dialecto natal.
Fernando Santiago, presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones de la Prensa, muestra sus simpatías hacia el Estatuto «porque es un avance hacia la independencia y garantiza la gestión directa de la televisión pública por parte del Gobierno autonómico». A Santiago le escama, no obstante, la previsión de que la Administración vele por el derecho a una información veraz. Confiesa que la letra le recuerda demasiado a otra canción polémica: el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), cuya labor se vio empañada por primera vez al amonestar a la Cope ante una campaña informativa que el organismo entendía lesiva para la comunidad. «No creo que aquí pase nada, pero alguien podría tener la tentación de hacer lo mismo que el CAC».
Los poderes del equivalente andaluz a este organismo son bastante más limitados. El artículo 214 le concede una tarea supervisora respecto al seguimiento de los «derechos, libertades y valores constitucionales y estatutarios de los medios de comunicación audiovisual». El presidente del Consejo Audiovisual, Manuel