Art Buchwald, columnista estadounidense cuyas críticas a los políticos y sátira social lo convirtieron en una institución en el periodismo nacional, falleció, informó el jueves su hijo. Tenía 81 años.

Buchwald, ganador del Premio Pulitzer, se había negado a someterse a diálisis y se había mudado a un centro asistencial el 7 de febrero del año pasado, previendo una muerte en corto plazo. Sin embargo, vivió para regresar a casa e incluso llegó a escribir un libro sobre
la experiencia.

«El año pasado él tuvo la oportunidad de realizar una última vuelta triunfal» gracias a su fuerza de voluntad, dijo su hijo, Joel Buchwald. «Tuvo la oportunidad de escribir un libro acerca de su experiencia, y se fue como siempre lo quiso, fijando sus condiciones».

Ni Buchwald ni sus médicos pudieron explicar cómo logró sobrevivir durante tanto tiempo en esas graves circunstancias. Pero a él no pareció preocuparle mucho.

Esa inesperada prolongación de su vida permitió a Buchwald tener un extraordinario adiós. Diariamente, en un salón de su residencia para enfermos desahuciados, fue visitado por una procesión de familiares, amigos y admiradores.

«Me estoy alejando de la vida de una manera que muy pocas personas han podido conseguir», dijo a The Associated Press en abril.

Buchwald, quien confesó en una autobiografía que era un maníaco depresivo, dijo que no temía morir, que no se sentía deprimido por su destino, y que, por el contrario, la estaba pasando mejor que nunca.

El nombre de Buchwald se convirtió en sinónimo de sátira política. Tres veces por semana, se burló del establishment político y de las aventuras militares de los presidentes, de Vietnam en adelante. Por cierto, una de sus frases más famosas es, «Si alguien ataca el establishment con bastante saña, y por un tiempo bastante prolongado, corre el peligro de terminar formando parte de él».

En una de sus últimas columnas, en marzo, escribió, «Soy conocido en este hospicio como El Hombre que No Morirá. El problema es cuánto tiempo más me permitirán estar aquí. Ignoro a dónde voy a ir ahora, o si la gente querrá seguir visitándome, una vez me vaya del hospicio.

«Pero, en caso de que ustedes se estén preguntando qué ocurre, les aseguro que estoy pasando la mejor época de mi vida».

Suscribir
Twitter
Visit Us
Follow Me
YOUTUBE
LinkedIn
Instagram