Tribunal conformado por gobernadores paeces ratificó decisión de mantener al aire la emisora. Revelan panfletos de las Farc que amenazan a pobladores de Caldono.

El ronco ruido del cuerno abrió la cesión del Nasa Üus Yu’tx Pehnxi , el Tribunal indígena, en Caloto. Aunque desde el lunes sabían que la ministra de Comunicaciones, Martha Pinto de Hart, no estaría en la cita, los 17 gobernadores de los cabildos del norte del Cauca sentados en semicírculo decidieron darle tránsito normal a la sesión.

El 19 de julio pasado, el mismo día que decidieron prender de nuevo Radio Nasa, emplazaron a la Ministra para que explicara las razones por las que ordenó el cierre de la emisora, en agosto de 2004.

Ayer, el Tribunal, reunido en la escuela de justicia indígena de Bodega Alta, Caloto, se ratificó en la decisión.

Con esos dos elementos ‘cantados’ –que la ministra no asistiría y que los cabildos insistirían en mantener Radio Nasa al aire– un ‘the wala’ (médico tradicional) que soplaba las hierbas sagradas que había preparado desde hace una semana inició el ritual de armonización que, según la tradición paez, permitiría el éxito de la reunión.

«Este tribunal llama a Martha Pinto de Hart», dijo, para seguir el protocolo, Feliciano Valencia, coordinador de la sesión. Pero la silla plástica marcada con el nombre de la Ministra permanecería vacía durante la hora y media que duró la sesión.

Gabriel Paví, ex alcalde de Toribío, dijo que desde agosto de 2004 los paeces padecen las consecuencias de la violación a su derecho a comunicarse: «Es que ahora no hay cómo avisar que le bajen la bestia para subir la remesa, ni cómo anunciar que a uno se le perdió un caballo o una oveja».

La defensa

Las razones del Gobierno fueron leídas en voz alta: la carta de tres páginas enviada por la ministra Pinto de De Hart, en la que se excusó de asistir a la reunión.

El documento insistía en que existen normas y procedimientos para otorgar licencias y que Radio Nasa siempre funcionó ilegalmente.

Según el Gobierno, en el Cauca existen otras siete emisoras indígenas, por lo que la población de Toribío puede utilizar la Radio Payumat, de Santander de Quilichao.

Sin embargo, lograr esa conexión requiere de un sistema de enlace con altos costos que llevó al Ministerio a privilegiar los proyectos de otras comunidades.

Tras escuchar los argumentos, el Tribunal se retiró por 25 minutos y, a puerta cerrada, tomó la decisión: pidió al Ministerio archivar la investigación contra los cabildos de Toribío y San Francisco (propietarios de la emisora), devolver los equipos decomisados, instalar el enlace radial entre Radio Payumat y Toribío y suspender la transmisión de cuñas en idiomas paez y guambiano por Colombia Estéreo, emisora del Ejército Nacional.

Cuando el cuerno sonó por última vez, Radio Nasa tenía su propia licencia indígena. Los miembros del Tribunal y todos los asistentes abandonaron, como se debe, el recinto por la izquierda, para no romper el ambiente de equilibrio que había creado el ‘the wala’.

Una armonía que solo se alteró cuando, en medio de la sesión, se conoció la noticia de varios anónimos contra líderes indígenas de Caldono, el pueblo del norte Cauca recientemente atacado por varios frentes de las Farc.

Los panfletos, de esa guerrilla, señalan a varios líderes campesinos e indígenas de ser miembros de la red de informantes del Ejército y de la Policía Nacional.

La radio más antigua

De las emisoras indígenas del Cauca, Radio Nasa es la que más tiempo lleva al aire. Inició sus emisiones en 1996, aunque siempre sin licencia de funcionamiento.

De acuerdo con los paeces, no son pocas las veces que han tramitado la licencia, pero se las han negado.

En el 2004 los cabildos de Toribío y Tacueyó presentaron propuestas por separado ante el Ministerio de Comunicaciones. Todavía están en estudio.

Ayer, el Tribunal ordenó mantener las emisiones de Radio Nasa «hasta tanto no se encuentren argumentos de ley y derecho para cerrarla».

Pero aunque la Constitución colombiana reconoce la jurisdicción indígena, ésta no aplica para las personas que no pertenecen a las comunidades ni sobre las decisiones administrativas del Gobierno. Por lo tanto, Radio Nasa sigue siendo ilegal y objeto de sanciones.

ADRIANA ESPINEL RUBIO

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