Consternados por la destrucción que dejó el huracán Katrina y la lentitud de las autoridades en responder a la tragedia, los medios de comunicación norteamericanos están dejando de lado su habitual tono moderado para expresar su indignación hacia el gobierno del presidente George W. Bush. «Pero por Dios, ¿es que están ciegos?», gritó una periodista de la cadena de televisión MSNBC al director de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias. Esta nota fue publicada por el diario argentino La Nación.
«Pero por Dios, ¿es que están ciegos?», gritó una periodista de la cadena de televisión MSNBC al director de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), Michael Brown. «Ustedes se dan palmaditas en la espalda mientras aquí la gente se está muriendo», dijo la enfurecida mujer.
El secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, debió responder a otra incómoda pregunta de un periodista de CBS: «¿Cómo es posible que el presidente estuviese tan equivocado, que tuviese tan poca información?».
La hostilidad de algunos periodistas contrasta con el apoyo incondicional brindado por la prensa a Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y durante la invasión de Irak, en marzo de 2003. Incluso el canal Fox, conocido por sus opiniones conservadoras, renunció a su apoyo habitual al gobierno y acusó a la Casa Blanca de no haber sido capaz de ayudar a los sobrevivientes durante los cinco días que siguieron a la tragedia.
Algunos medios han empezado a hablar del «katrinagate», al que describen como el mayor desafío para las autoridades desde el escándalo del Watergate, que provocó la renuncia de Richard Nixon, en 1974