Según una nota realizada por el portal argentino Ciudad Internet, luego de los atentados de 2001, la prensa libre estadounidense quedó maniatada por presiones y autocensura. La nota publicada incluyó testimonios de importantes periodistas norteamericanos como Christiane Amanpour, corresponsal de guerra de CNN, y Dan Rather, famoso periodista de CBS.
Desde el 9 de Septiembre de 2001, la prensa libre de Estados Unidos sufrió algunas bajas. Ya sea por un exagerado patriotismo de los periodistas, por las presiones de la administración de George W. Bush, por miedo de perder sus trabajos o por la consolidación de muchos medios de comunicación en pocas manos, los discursos de los periodistas quedaron regulados por el silencio.
Durante los meses previos a la guerra en Irak, y durante la guerra misma, la cobertura de los medios estadounidenses en general se caracterizó por una falta de rigor en sus averiguaciones sobre cuál era el verdadero motivo del enfrentamiento y por una falta de voluntad de mostrar el lado oscuro del conflicto.
Los estadounidenses que estaban interesados en oír la otra campana, debieron recurrir a canales europeos o a la televisión mexicana para informarse de las consecuencias de la invasión “liberadora