El rumor de la salida de Cesar Mauricio Velásquez de la Secretaría de Información y prensa de la presidencia de la república ha dado para toda clase de habladurías, en este país tan propenso a la especulación, como lo saben los lecheros, los ganaderos, y quienes mercan a diario en Corabastos o compran dólares en la Avenida Jiménez de Bogotá.
A muchos le parece poco el período de ocho meses en el cargo, por parte de quien suele amañarse en las posiciones que ocupa, como lo supieron durante años los aspirantes a sucederlo en al presidencia del CPB y en la decanatura de Comunicación en la Universidad de La Sabana.
A pocos les parece mucho lo que ha venido perdiendo Uribe en las encuestas de favorabilidad en lo que va corrido de este año.
Es que es por razones de estudio, dicen que dijo el comunicador, sin que se especificara si era por carencia, exceso o expectativas. (En todo caso, ahí tiene un buen pretexto el técnico Francisco Maturana que acaba de salir despedido la dirección técnica del club argentino Gimnasia de la Plata con apenas cuatro meses de su pobre gestión).
Esa sería otra de las patas que le sale al gato, como solían señalar las señoras para indicar que estaban en la mala, como ahora dicen sus nietos. Porque una cosa es reemplazar a Velásquez en esa función, y candidatos hay por ahí, haciendo méritos por montones como Rafael Nieto Loaiza, (si no le cuaja lo del Das), María Isabel Rueda (que se lo está preguntando hace rato) y hasta el mismo Mauricio González, secretario jurídico y miembro del trío de aspirantes a magistrado de la Corte Constitucional, (En alguna terna tendrá que ganar).
Pero otro asunto es desfacer los entuertos que origina ese mare magnum de informaciones provenientes del exterior y que va en contravía de los intereses superiores del Estado. Contra esa andanada ni siquiera está garantizado el afamado método JOGA, (acrónimo de su creador, así no lo haya patentado, José Obdulio Gaviria) y que sólo funciona como cierta clase de vestuario minimalista, es decir si no hay contraste. Menos mal nadie le paró bolas a esa aseveración que el tan mentado asesor publicó en este diario el 29 de julio pasado, para decir que, en el mundo, Uribe es el líder con mayor apoyo de su pueblo. Y puso a Google como testigo. Afortunadamente, la legislación en internet todavía gatea, porque esa frase hubiera dado, como mínimo, para una nota de protesta de las cancillerías de Ecuador, Argentina, Venezuela, Brasil o Alemania, cuyos presidentes han sido “los más” (incluso en los lejanos tiempos de gloria de Uribe). Bueno, a menos que Google ya está haciendo encuestas por encargo.
Alcanza a ponérsele a uno la piel de gallina por la emoción de imaginar la estrategia de Planeación Nacional (porque creativos deben quedar) para explicar porqué bajamos más de dos puntos en el índice de Libertad económica para el 2007 publicado, como todos los años, por la Heritage Foundation junto con The Wall Street Journal, y con un metodología evidentemente distinta a la del DANE. Con base en el seguimiento de diez ítems establecieron que nuestro país ocupa para este año el puesto 73 entre 157 países. Ese índice califica nuestra economía entre moderadamente libre y mayormente controlada (y eso que la medición se hizo antes de la llegada del Ministro Zuluagay de Murdoch).
Y no hagamos eco a la pérdida de cuatro puestos, a la luz del Indice Mundial de Competitividad con respecto al 2006, según el cual ahora ocupamos la casilla 38 entre 55 países observados por el Instituto IMD con sede en Suiza y que “sólo” mira 323 criterios para ese escalafón.
Tampoco hagamos aspaviento con la posición 116, entre 121 países, que nos otorga el Indice Global de paz para este año, según el cual y luego de hacerle seguimiento a 24 de nuestros fenómenos (porque aquí conflicto no hay), sólo superamos en violencia e inseguridad a Nigeria, Rusia. Israel, Sudán e Irak.
Lo ven? Estamos en temporada de huracanes y los pocos peones que le quedan al gobierno andan ocupados con el cambio extremo a la ley de sedición, la neutralización de las cortes, el pequeño articulito para una nueva reelección, rendición de cuentas e intercambio humanitario y, como si fuera poco, mirando hojas de vida y haciendo entrevista para llenar vacantes. Que lo diga Cesar Mauricio antes de irse, (y de paso corrige las dudosas cifras de desempleo), trabajo si hay!.
MORALEJA: Cuando por fin el dólar cesó de caer, como lo esperaba el gobierno, el Banrepública se avispó a publicar en su página web que no había hecho ninguna intervención en el mercado cambiario. ¿Transparencia o ingenuidad?