Permítanme discrepar de quienes creen que a las instituciones también les llega el período de fatiga de los materiales, particularmente crítico en épocas electorales, y que ahora proponen cerrar de un solo tajo el Dane, el partido liberal, el Club Los Millonarios y el show de las estrellas. El problema es, como lo llaman los administradores, de reingeniería, es decir, no se trata de talentos, sino de una recomposición de funciones y de procesos.
Sin desconocer las virtudes, que las tiene (sobre todo morales, como su segundo apellido), el ingeniero civil Ernesto Rojas estaba desperdiciado en el Dane diseñando explicaciones, trazando justificaciones y pañetando informes sobre medidas, como si fuera un maestro de obra negra. Más hubiera hecho en la construcción del polémico y parece que imperfecto túnel que comunica con el Congreso, o lo que queda de él.
Se equivoca de nuevo la oficina de Recursos humanos de Presidencia ofreciéndoles el cargo, como lo ha hecho en vano en tres oportunidades, a economistas de profesión. Parece que ninguno de ellos quiere ser la reencarnación en este período de Juana de Arco.
Ese puesto está que ni pintado, como diría Piedad Córdoba, para un matemático puro como Antanas Mockus a riesgo de mover a la directora de Planeación, quien, hábil con las interferencias, quedaría muy bien al cuido de las fronteras nacionales.
Ya Mockus ha demostrado ser experto en Muestreos y en Variables sin importar lo que señalen los conglomerados. Quizás él pueda dar con el paradero de la inflación, misteriosamente declarada como desaparecida en nuestro territorio en el último informe. Y con el anuncio de que en vez de una tendremos dos canasta familiares el año entrante, volverían a tener trabajo los pirinolos, los saltimbanquis, los mimos y un sinnúmero de personajes urbanos con lo cual mejorarían las cifras de la Encuesta Nacional de Hogares, comenzando por el del afamado y nunca bien ponderado profesor.
A ese cambio se puede sumar un enroque que deje a Andrés Felipe Arias como Comisionado de paz, a Luis Carlos Restrepo como embajador en Cuba (que ya debe ser como su segundo hogar), a María del Rosario Guerra (máster en economía agrícola), en la cartera que vela por el campo, (o lo que queda de él), y a la Comisión Nacional de Televisión a cargo del Ministerio de Comunicaciones, luego de superadas las mutuas diferencias.
Quizás en ese cargo de Recursos Humanos de Palacio podría quedar el exjugador, extécnico y exótico dirigente deportivo, Chiqui García, no sòlo por su estatura (condición absoluta para ingresar al Sanedrín), sino también porque es experto en dimes y diretes para poner y quitar de la nómina según sus conveniencias: Ese contrato sería un excelente refuerzo para el equipo de los Jotas (Rendones, Obdulios y Manueles), además de una jugada maestra que de paso se solucionaría por sustracción de materia el problema del club más glorioso del fútbol colombiano, o lo que queda de él.
Sólo le restaría a buena parte del gobierno regresar en patota a las toldas del partido liberal (sobre todo ahora que del partido de la U no queda ni jota) no sin antes recibir la patadita de la buena suerte para entender que con un poco de entusiasmoooo las instituciones nacionales pueden tener más de una segunda oportunidad sobre esta tierra, o lo que queda de ella.
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Moraleja: Y que no se preocupe el exdirector del Dane, esa es una tendencia universal. No hace más de dos meses sacaron a sombrerazos a Alejandro Barrios, encargado de la estadística en Argentina, por presuntas irregularidades en el manejo del índice de inflación…Con tal de que no haya un empresario que se lo traiga para Colombia…

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