Estamos en temporada. Ha de ser que el cruce de los astros tiene para este rincón latinoamericano en el que habitamos, un momento estelar, literalmente. En sólo un trimestre, tres hitos marcarán, y de qué manera, nuestro inmediato futuro, del cual comenzaremos a ser envidiados y envidiables testigos de primera fila.

Por eso se entiende que las aerolíneas, hoteles y expendedores de boletería (sobre todo si es de VIP) no sólo hayan vendido mediante el moderno e integral sistema de abonos, sino que además ya todo esté agotado.

Porque el juego de la Selección Colombia ante Brasil por la eliminatoria mundialista sólo tiene sentido si incluye los partidos ante Venezuela y Argentina; no sólo para ver la evolución del equipo, sino además porque garantiza fidelidad, sobre todo entre aquellos apátridas que ya habían organizado almuerzo de olla en las tribunas de El Campín sólo para ver la sonrisa indolente y burlona de Ronaldinho.

Así mismo, el viaje al encuentro con la guerrilla en Caracas, cobra su real dimensión si el paseíto incluye escalas para la bendición Papal, para escuchar las razones del presidente Sarkozy y para las palmaditas en la espalda de la ONU , antes de ver el abrazo con Piedad entre Tirofijo y Chávez del que tanto han hablado las revistas del corazón.

Dicen que ya empezó la reventa y que el primero en comprar en el mercado negro fue el Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, toda vez que no fue invitado al Palacio de Miraflores, a pesar de que allá están acostumbrados a que se hable duro, de largo y sin un fin determinado.

Y para rematar el año, está programada la despedida de las plazas de toros del diestro (como lo son hoy casi todos, si nos atenemos a las encuestas) colombiano César Rincón. Su periplo incluye cuernos y capoteadas en Cali, Manizales, Bogotá, Medellín e intermedias.

Lo ven? Programa completo. Y eso que no incluimos el desfile de las candidatas al reinado de la Belleza en el Hotel Hilton de Cartagena y los planes para ir a ver el espectáculo de los narcos jorobados en aguas del Pacífico y del Atlántico.

Sobre el papel todo funciona. Habrá que pedirle, eso sí, a Mauricio Puerta y al exbrujo de la fiscalía, Armando Martí, que echen bien las cartas y apliquen bien los riegos, no sea que nos pase como hace ocho años, cuando los colombianos, culiprontos que somos, creímos que la paz dependía de una firma y de una foto, y no paramos de bailar al ritmo que en vivo y en directo desde El Caguán impusieron Marbelle e Iván y su bam bam. Luego Tirofijo no llegó, eliminaron a la Selección y meses después perdió Serpa.

Yo no sé si sea de mal aguero que ya estemos tocando campanas a rebato, programando conciertos y cantando victorias por adelantado. No vaya y sea que Brasil no llegue al partido, que Tirofijo nos gane por goleada y resultemos eligiendo a Peñalosa. Ni que fuéramos los màs de malas.

***

MORALEJA

Habrá que esperar en todo caso si mantienen las reservas para los abonos que hicieron Mario Uribe, Virginia Vallejo, el Minhacienda, así como una docena más de congresistas que antes de montarse en esos planes deben echarse una pasadita por la Fiscalía.

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