Por Omar Rincón
La aterradora historia del paralimitarismo en Colombia por fin salió en un canal privado; es más, en el canal uribista. Y todo gracias al atrevimiento de Pirry y sus muchachos. Pirry, un no-periodista, es quien se atreve a meterse al rancho paramilitar, y se mete para contar lo que los periodistas de noticias no relatan: la matazón paramilitar.

Paramilitarismo en Colombia, los años en que vendimos el alma fue un especial valiente que intentó llamar la atención sobre la mala leche y sinrazón de los paras y la dignidad de las víctimas. Lo mejor es que perdió la pretendida objetividad de los informativos para ganar la rabia que debe producir toda crueldad humana; más sí es tan aberrante como la violencia masiva de los paras.

Fue buen periodismo televisivo porque buscó testimonios, intentó historias, se basó en datos de investigación, utilizó imágenes de archivo; porque contextualizó, diversificó las fuentes, creó ejes diversos de relato. Fue buena televisión porque nos obliga a sentir que esa matazón también es nuestra.

Lo impresionante es comprobar con imágenes, datos, memorias, protagonistas, que los paramilitares fueron una mafia que nunca fue combatida por las fuerzas militares; más aún, que nuestras fuerzas del orden les ayudaban a matar. Aberrante verificar que los paras tampoco combatían con la guerrilla, ya que se cuentan pocos enfrentamientos. La lucha para es cínica y cobarde porque con la protección oficial mataban sin compasión en campos y poblados.

El buen periodismo deja conclusiones: una, a los paras les encantaba matar en cantidad. Dos, primero mataron con alguna razón luego se les subió el narco a la cabeza y se apropiaron de tierra, políticos, gobiernos, salud, educación. Tres, la culpa de todo la tienen las Farc, porque todo se hace para defender al país de su estúpida insurgencia. Las Farc son la legitimidad de la barbarie en Colombia; en nombre de combatirlas tenemos paracos inhumanos, jose obdulios cínicos y gobiernos que hacen su ley de la selva.

Pirry y sus muchachos cumplieron, hicieron periodismo que se atreve. Eso sí el especial intentó contar todos los temas (paras y narcos, paras y políticos, paras y guerrilla, paras y gobierno…), y cada tema da para un especial. No basta un programa.

Los periodistas de noticiero deberían aprender a dejar de hacer tanta entrevista tonta, de alabar a criminales y gobernantes. Ojalá los colombianos entendamos que no podemos seguir pasando de agache. Y una pregunta: ¿RCN quería dañar el especial pasando a cada minuto un ridículo y abusivo anuncio de su Valentino el argentino? ¡No respetan ni a sus mismos productos!

OMAR RINCÓN
CRÍTICO DE TELEVISIÓN
ORINCON61@HOTMAIL.COM

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