Por Jim Caple de ESPN.com
Tracy Ringolsby ha cubierto béisbol durante tanto tiempo que ya es miembro del Salón de la Fama, y recuerda haber transmitido sus historias por Western Union. Esta primavera tuvo una experiencia nueva. Cuando su diario, el Rocky Mountain News, dejó abruptamente de publicarse el mes pasado, necesitó reservar un vuelo desde Tucson, Arizona.
Allí se enteró que la tarjeta de crédito de la empresa había sido cancelada. Terminó pagando con su propio dinero el vuelo, hotel y alquiler de auto, y luego envió una hoja de gastos para reintegros.
El Rocky Mountain News no cubrirá a los Rockies
El banco se rehusó a tomar el cheque. Dos veces. Eventualmente, pudo cobrar el cheque, pero esta anécdota resume bastante bien el estado actual de los diarios estadounidenses, que hacen que la industria automotriz parezca robusta en comparación.
Además del Rocky Mountain News, el Seattle Post-Intelligencer, mi patrono anterior, dejó de publicarse la semana pasada después de 146 años, con el despido de 150 empleados y la retención de alrededor de 20 reporteros para sacar un producto basado solamente en la web. Tres de los cuatro diarios que cubrían diariamente a los campeones mundiales, los Filis de Filadelfia, han pedido la protección legal del Capítulo 11 de la ley de quiebras. Wall Street ha especulado que diarios como el San Francisco Chronicle, Boston Globe, Detroit News, Miami Herald y Minneapolis Star Tribune están entre los 10 periódicos que seguramente cerrarán o se publicarán solamente en la internet dentro de los próximos días.
Y todo eso ha sucedido desde que los lanzadores y receptores se reportaron a su entrenamiento primaveral.
Me siento terriblemente mal por la situación del P-I. Yo conozco a un periodista que envió una nota, se dio cuenta de que quizás ese sería el último juego que le tocaría cubrir, se sentó en su auto y lloró. He escuchado historias de reporteros (maridos y esposas que se quedaron ambos sin trabajos) que me hicieron llorar también. Pero también me doy cuenta de que la única diferencia entre esos empleados y los millones de otros trabajadores que se quedaron sin empleo el año pasado es que los despidos en la industria periodística me tocan muy de cerca. Por eso, con mis disculpas a esos reporteros (y amigos), me limitaré en esta columna a un pequeño aspecto de la desfalleciente industria de los periódicos:
¿Qué implica para los lectores la posible pérdida de tantos periodistas especializados de béisbol?
Durante una década, los lectores han tenido doble ración, disfrutando de contenido gratuito provisto por los diarios junto a la opinión, análisis y diferentes puntos de vista de los bloggers y sitios de estadísticas en internet. ¿Pero si los diarios no pueden proveer la cobertura más cara que se produce diariamente, qué se perderá? O tal como John Hickey, el periodista de béisbol especializado en los Marineros de Seattle del P-I (la versión de internet no tiene ese tipo de cobertura) preguntó: ¿Quién reportará las noticias?
«Yo leo blogs», dijo Hickey, un amigo y ex colega que ha cubierto béisbol desde que Jamie Moyer estaba en las ligas menores. «Cualquiera que esté preocupado por cualquier tipo de deporte o negocio necesita leer los blogs porque hay mucha buena información y muchas ideas excelentes. Pero no son tan buenos como el reporte diario de las noticias, porque ese no es su objetivo».
Esa es la clave. No estoy comparando blogs con diarios. Estoy comparando la información que los fanáticos reciben de los diarios más los blogs y las páginas web con la información que ellos recibirían estrictamente desde la internet sin los diarios. ¿Qué se perdería?
• Notas sobre partidos con análisis y citas. Cuando yo era un periodista especializado en un equipo, ponía mucho esfuerzo y pensamiento en mis historias de partidos, esos textos de 800 palabras diarias que le contaban a los lectores qué sucedía cada día y por qué era tan importante. Las historias de los partidos usualmente recibían títulos grandes y fotos en la página principal de la sección de deportes. Pero admito que casi nunca leía muchos relatos de partidos más allá de la introducción en esos días. En lugar de eso, me concentraba en los artículos de noticiosas. Como los partidos se ven por televisión y radio, y con programas como «Baseball Tonight» y «SportsCenter», los fanáticos usualmente saben lo que pasó la noche anterior (incluso se pueden ver relatos de cada lanzamiento en la internet).
• Estadísticas. Leer la ficha (box score) en el diario mañanero sigue siendo uno de los placeres más sencillos de la vida, pero buscarlos en la internet es un sustituto frustrante. Aún cuando la ficha de la internet provee más detalles, simplemente cuesta demasiado tiempo leer cada uno individualmente, y mucho más colectivamente. Esa, sin embargo, es la única derrota estadística de la web. Cada otra estadística imaginable está disponible de manera inmediata en distintos lugares de la red. La internet está hecha para las estadísticas de béisbol.
• Noticias. Pareciera que la web provee más noticias, pero más allá de los sitios grandes que pueden gastar dinero en contratar reporteros a tiempo completo (como ESPN.com), la web provee mayormente una amplia variedad de noticias que ya se han reportado en alguna otra parte. A menos que seas fanático de los Yankees o los Medias Rojas, las noticias de tus equipos favoritos todavía se generan en gran parte gracias a los periodistas especializados a nivel local.
Claro, los resultados de los juegos y los comentarios de jugadores y manejadores no siempre califican como noticias. ¿Se presta algún tipo de noticia cuando se lee que un piloto dijo que su lanzador «hizo uno o dos lanzamientos malos» en una derrota de 7-2? Hasta los rumores de cambios de jugadores pueden estar sobrevaluados. Sí, es interesante saber si un equipo está buscando a un jugador. Pero no es absolutamente necesario, porque los equipos lo anunciarán cuando cierren un trato.
Por otra parte, y esto es muy significativo, los periodistas especializados reportan noticias que no se conocerían de otro modo, relacionadas con lesiones, jugadores enojados, problemas de vestuario, explicaciones de por qué un manejador hizo algo, estrategias y filosofías de equipo, etc. Ellos pueden sacar información de varias fuentes porque están rodeados de gente por el tiempo suficiente como para lograr una relación sólida para que le pasen información. Ellos saben cuando la gente está feliz, frustrada o molesta porque están ahí para verlos y hablar con ellos. Los periodistas también pueden poner los eventos diarios en el contexto apropiado porque tienen la perspectiva que viene con el trabajo.
Otro gran servicio que proveen los periodistas especializados es la humanización de los jugadores, contándonos sus historias y hablando sobre su personalidad. Ellos hacen que los jugadores sean algo más que un número en un campo de juego.
¿Podrían los bloggers proveer esa misma información si se les da acceso adecuado? Sí, claro. Pero la pregunta más importante es si podrían sostener la exigencia financiera del acceso diario. Sería lo suficientemente complicado para los bloggers sacar tiempo suficiente durante el día para usar su acceso a los partidos de local. ¿Podrán ellos también pagar los exorbitantes gastos de alojamiento, viaje y comida de 81 juegos como visitante y el entrenamiento primaveral?
¿En otras palabras, le aceptarían sus cheques de pago las aerolíneas y los bancos?
U.S.S. Mariner es uno de los blogs más populares y llenos de opinión específica sobre los Marineros, pero Derek Zumsteg, quien maneja el sitio junto a Dave Cameron, escribió en un e-mail que su ganancia por anuncios en la internet «está cerca de $0 por día». Entonces, no hay manera de que él pueda emplear a un redactor especializado si el periódico Seattle Times se uniera al P-I y también dejara de publicarse, dejando a Seattle sin periodistas especializados y sin diarios que cubran béisbol. «Simplemente no hay un modelo de ganancias en este momento que permita que alguien siga al equipo, pague sus gastos de viaje y gane dinero con eso», dijo Zumsteg.
¿Podrían cambiar las cosas? ¿Podría desarrollarse un modelo que permita que los blogs hagan dinero por sus reportes diarios y no solamente por su análisis diario? ¿Podría acaso una compañía de medios (digamos, ESPN) algún día contratar a periodistas especializados y columnistas en cada ciudad? Claro. ¿Por qué no? ¿Hace una década, quién hubiese imaginado que existiría YouTube y que podría ofrecernos clips del Baseball Boogie de los Dodgers de 1986?
Ken Griffey Jr.
AP
Griffey tendrá un reporte menos de qué preocuparse
Zumsteg dijo que no tiene dudas de que algún redactor independiente eventualmente cubrirá un equipo a tiempo completo sin el financiamiento de una gran compañía de medios. «No sé cómo hacen para pagar sus cuentas», dijo. «Y hasta que alguien rompa esa nuez, al menos, habremos perdido la continuidad de la cobertura profesional por parte de gente a la que se le paga para escribir sobre el deporte».
Los medios principales reciben críticas frecuentes por su cobertura angosta y falta de análisis real sobre los poderes del béisbol. Algunas de esas críticas tienen fundamento. Tener acceso no significa mucho si proteges tanto a tus fuentes como para no escribir nunca nada interesante. Pero los periodistas especializados también proveen información real, por ejemplo, opiniones sobre la dirección que está tomando un equipo o de lo que los jugadores piensan de la gerencia y de sus compañeros. Además, nos cuentan historias sorprendentes, alegres, tristes y buenas que no podríamos obtener en otra parte, simplemente porque están junto a los jugadores todos los días. Perdemos más de eso cada vez que un periódico saca a un periodista del palco de prensa.
Zumsteg escribió en un e-mail: «Es triste ver que la internet trata de destruir a estos medios y luego se para sobre sus cenizas a reírse de sus desgracias mientras esperan que alguien les diga cómo cubrir las necesidades que esas mismas instituciones cubrían».
Un periodista me dijo recientemente que se sentía como un herrero en la época en que se inventó el automóvil. Eso es verdad hasta cierto punto. Los automóviles reemplazaron a los caballos como el método deseado de transporte, no reemplazaron el deseo por el transporte. De hecho, el deseo de transportarse se multiplicó gracias a los autos. Lo mismo se puede decir de la internet. No reemplazó el deseo por la información porque hay más gente leyendo los diarios que antes, aunque los leen gratis en la internet.
Pero el método de transmisión de esa información está siendo reemplazado. Cuando los diarios hayan desaparecido, la gente exigirá leer su información de otras fuentes. Ellos quizá lleguen a (¡ejem!) pagar por esa información una vez se den cuenta de lo que se estaban perdiendo. La gran pregunta es cuándo sucederá esto. Y cuántos reporteros quedarán en ese momento.
«En algún punto, alguien tiene que buscar un nuevo modelo, y necesitarán a alguien que escriba historias», dijo Ringolsby. «Es una cuestión de sobrevivir hasta entonces. Y de la manera en que el negocio ha cambiado en los últimos 10 años, quizás eso suceda la semana que viene. O quizás no llegue hasta que yo me haya retirado».
Mientras tanto, él está haciendo lo que todo reportero hace en estos días: abrir su propia página web.
LA LÍNEA DE LA SEMANA
Perdido entre todos los comentarios sobre la ausencia de los «mejores» jugadores que Estados Unidos tenía para ofrecer, encontramos una sencilla razón para el fracaso de los Estados Unidos en su intento por llegar a la final del Clásico Mundial de Béisbol: los lanzadores titulares Roy Oswalt, Jake Peavy, Jeremy Guthrie y Ted Lilly lanzaron terriblemente mal, permitiendo 27 carreras en 24.1 entradas. Nadie gana muchos juegos cuando un lanzador titular permite una carrera por entrada, sin importar quién más está en el equipo o con quién juega. Venezuela sabe esto. Guardándose para el juego de campeonato, el piloto venezolano Luis Sojo puso de titular a Carlos Silva (4-15, 6.46 de ERA el año pasado) en la semifinal ante Corea en lugar de usar a Félix Hernández. Silva no salió de la segunda entrada, no sin antes meter a Venezuela en un tremendo hoyo. Vean su línea de numeritos:
1.1 EL, 6 H, 7 R, 6 ER, 1 BB, 0 K
La buena noticia es que Hernández estará muy descansado para cuando tenga que lanzar en el Clásico del 2013.
DILE A TUS ESTADÍSTICAS QUE SE CALLEN
• La decisión de Curt Schilling de retirarse el lunes pasado lo hace poseedor de una interesante distinción. En su última aparición de Grandes Ligas, Schilling fue el lanzador ganador de un partido de Serie Mundial (2do juego, 2007). ¿Cuántos otros lanzadores pueden decir eso?
¿Pero está Schilling destinado a alcanzar el Salón de la Fama? Seguramente recibirá mi voto gracias a sus tres temporadas con más de 20 victorias, tres elecciones en segundo lugar en la pelea por el Cy Young, más de 3.000 ponches, un gran porcentaje de triunfos y, claro, todas esas grandes actuaciones de postemporada. A pesar de que sus 216 victorias no llegan a las 300 que todo el mundo pide, ya es hora de que los votantes se olviden de esa marca como si fuese un estándar absoluto. ¿Es que acaso los estándares para los lanzadores titulares se han hecho demasiado altos en una era de rotaciones de cinco hombres? Consideren esto: dependiendo de si la candidatura de Bert Blyleven al Salón de la Fama gana algo de empuje en los próximos años, y de cómo se sientan los periodistas en relación a Roger Clemens en el 2013 (el primer año potencialmente de elegibilidad tanto de Schilling como de Clemens), Schilling podría ser el primer lanzador titular en ser elegido al Salón de la Fama que hiciera su debut en las Grandes Ligas después de 1968.
• Quizás Derek Jeter sufrió en el Clásicco al no poder posicionarse de manera hábil ante algunos lanzadores extranjeros. Pero después de verlo jugar en el Clásico, la pregunta que saltó a mi mente fue: ¿Qué harán los Yankees cuando baje otro escalón y no pueda ser campocorto todos los días? Es un tema que ha sido tocado en una nota del New York Times por Jack Curry.
Jeter merece mucho crédito por dar el paso adelante y participar de manera entusiasta tanto en el Clásico de 2006 y en ésta, cuando tantos otros eligieron no jugar. Pero tampoco debió haber jugado delante de Jimmy Rollins, quien en este momento es mejor jugador que Jeter.
Jeter, quien cumplirá 35 años de edad esta temporada, es una de las razones por las que los Yankees son un equipo tan difícil de predecir antes del comienzo de esta temporada. Por otro lado, ellos podrían ser muy buenos. Pero por otra parte, la edad (un campocorto de 35 y un receptor de 37 años) y las lesiones (me dicen que un tal A-Rod está lastimado) podría costar caro. Si me dijesen que los Yankees van a ganar la Serie Mundial, yo diría «sí, claro, lo veo venir». Pero me dijesen que los Yankees van a terminar con una marca perdedora, yo también diría «sí, claro, lo veo venir».
• Por muchas razones, este segundo Clásico Mundial de Béisbol fue un éxito. Pero podría haber tenido más asistencia en el parque (y así evitar esas feas tomas de las primeras filas a medio llenar) si no hubiesen puesto precios tan absurdamente altos que hasta los mismo Yankees se hubiesen avergonzado de cobrarlos. El precio más bajo en el Dodger Stadium para el juego final fue de $45, y eso era para las gradas altas y las populares. Los asientos detrás del home se vendían en $500. Los asientos de las bandas iban de $120 a $220. El hecho que hayan vendido tantos boletos a pesar de la baja económica es testimonio de la pasión de los fanáticos extranjeros. Pero el Clásico hubiese estado mejor si cobraban precios más baratos y jugaban ante mucha más gente en los estadios.
Jim Caple es escritor senior de ESPN.com.