Por Carlos Vásquez-Zawadzki
Arturo Alape (Cali, 1938)* es para nosotros un ‘hacedor’ –en el sentido sugerido por un Borges–, escritor, además de pintor, de todas las horas y jornadas inagotables de trabajo. Ello, desde hace cuatro décadas creativas y productivas. En los últimos meses, su ritmo de trabajo ha disminuido debido a quebrantos de salud, quebrantos que con nuestra solidaridad espera superar para continuar con su obra significativa.
En efecto, para Alape y sus lectores, son cuatro décadas centradas en la investigación y conocimiento de nuestras realidades históricas y socioculturales, literarias y artísticas, a través de nuevas y abiertas preguntas que apuntan siempre a la construcción de un país memorioso, a la vez que una geopolítica democrática de justicia, inclusión y equidad sociales. Esta otra geopolítica o cartografía es aprehendida y narrada a partir de posiciones éticas y críticas frente a las estructuras tradicionales y existentes del poder en Colombia.
Arturo Alape es así, en el contexto de las letras y culturas latinoamericanas, uno de los más importantes investigadores y conocedores de nuestra historiografía, sociedad e imaginarios; como también, un narrador literario de dimensión continental. Su obra ensayística y de ficción –cuentística y novelística–, en la que se incluye su escritura periodística, cuenta con veinte títulos, múltiples y permanentes ediciones, impresiones y traducciones –al francés, inglés, alemán, japonés, entre otras lenguas–. Y constituye un referente fundamental, y aún clásico, para los estudiosos de nuestras realidades históricas, socioculturales y literarias.
Es en la escucha del Otro, del presente y del ayer, en sus voces plurales o colectivas, que Alape deviene un ‘hacedor’ o escritor. De esta manera El Bogotazo: memorias del olvido, Un día de septiembre, La paz, la violencia: testigos de excepción, en una perspectiva historiográfica; o bien, Noche de pájaros, Mirando al final del alba, Sangre ajena y El cadáver insepulto, en una dimensión literaria narrativa; como también, valoraciones múltiples de León de Greiff y Tomás Carrasquilla o bien Río de inmensas voces y otras voces, en una perspectiva crítico-estética; y Soy un libro en prisión, en un renovador proceso comunicativo y periodístico a través del género de la crónica.
Asimismo Alape escucha las tradiciones culturales, literarias y pictóricas universales e hispanas, lenguajes y campos discursivos, para conjugarlos y fusionarlos según la estética específica de cada una de sus obras.
Ahora, sus amigos y lectores, queremos acompañar al Maestro Alape –solidarizándonos con su vida ejemplar–, para que su obra in progress –novelas fundamentales sobre las décadas del cuarenta al sesenta en Colombia, al tiempo que una serie inagotable de superficies pictóricas— se conviertan en realidades, tanto vitales como estéticas y literarias. Lo haremos efectivamente asistiendo a la obra de teatro En la raya, del afamado grupo de Teatro La Candelaria, dirigida por el Maestro Santiago García, el día miércoles 23 de agosto, a las 7:30 p.m. La boleta o bono para asistir a la misma tendrá el valor de cincuenta mil pesos ($50.000). Su recaudo contribuirá a aliviar los compromisos económicos actuales del Maestro Alape.