Hay cosas que nos unen, que nos identifican. Claro, pasan al escondido entre las refriegas proverbiales por la reelección inmediata, la burocracia a cambio de votos (y viceversa), la última encuesta de favorabilidad y hasta en el nombre del seleccionador nacional de fútbol.Por ejemplo, y quién puede negarlo, somos un país tevecéntrico del estrato cero al siete. La categoría, estudiada por la analista simbólica de Harvard, Pippa Norris, significa mucho más que el frote manos de la Asociación Nacional de Anunciantes y de los icepresidentes creativos de los canales privados.Según la Norris, existe una íntima relación entre los medios preferidos y la vocación democrática de las naciones. Por ejemplo, los países «tevecéntricos» (como Grecia, Turquía, México, Polonia y Colombia), tienen menor calidad y tradición democrática y mayor injerencia de los gobiernos sobre la prensa. A diferencia de los “diariocéntricos

Suscribir
Twitter
Visit Us
Follow Me
YOUTUBE
LinkedIn
Instagram