Si lo hubiéramos sabido… Que quien fue director de Planeación, asesor económico de la campaña Santos, ministro de Hacienda, miembro de la junta directiva del Banco de la República y presidente de Ecopetrol venga a darse cuenta ahora —después de haber tenido en sus manos el destino económico del país— de que aquí no se piensa el país en futuro —sino a través de lo que permite esa otra pandemia cundida de miopía e improvisación que es la “reformitis”— habla claramente de la falta de idoneidad de quienes tienen las riendas del país y de quienes los nombran. En materia de liderazgo y probidad seguimos al garete, sin ideas, pensando en tiempo presente o regresando al pasado. (Publica el Espectador)

Claro, no es el único que ha tardado toda una vida en el “servicio” público para enterarse de que como vamos vamos mal y que, si no nos pensamos a 20 o 25 años, seguiremos rodando por el despeñadero. Le pasó al mismo Uribe que, en vez de tratar de construir un proyecto cuando tenía capital político, quiso reformar autoritariamente el Estado para ponerlo a su servicio y se quedó adocenado y resignado a la tarea de señalar con el dedo, para bien y para mal, a sucesores y opositores, luego de la doble derrota que le infligió Santos, la de demostrar que sin él era posible y la de dejarlo sin las Farc, el enemigo propiciatorio con base en el cual había construido toda su narrativa. Puro boceto.

Les está pasando a las obsoletas instituciones del Estado, como la Fuerza Pública, que para maquillar su decadencia se limitan a reformar cúpulas, como si fueran maestros de obra. Vino nuevo en odres viejos. Les pasa a las más recientes, como Fiscalía y Procuraduría, como si fueran maestros de brocha gorda. Vino viejo en odres nuevos.

Y a los sectores de transporte, trabajo y tributación, donde, no contentos con el estancamiento actual, insisten en devolvernos al pasado. Mejor ni hablemos de campañas, debates, proselitismo, personalismos y alianzas non sanctas que hoy aquí parecen prehistóricas. Con razón los jóvenes siguen pensando que no hay tiempo para ellos. En obra negra.

Suscribir
Twitter
Visit Us
Follow Me
YOUTUBE
LinkedIn
Instagram