Carta de Navidad con aclaraciones

Querida tiíta:
Gracias por tu saludo navideño y los parabienes (te sugiero cambiar esa palabrita en estos tiempos alternativos) que haces extensivos a todos tus familiares y compatriotas. A propósito, ¿Cómo te ha ido con tu nueva nacionalidad?. Parece que no tan bien porque apestas a optimismo. Eso te pasa por tener correspondencia Con Sabas Pretelt, Holguín Sardi y Fernando Londoño. Ya sabes, los conservadores, nunca se sienten tan a gusto como cuando los liberales están el poder. Es decir, casi siempre.
Pero permíteme hacerte unas precisiones. Cuando te dicen que el año termina con un Gran Iluminado, es obvio que se refieren a las decoraciones domésticas, los servicios de las empresas de energía, las celebraciones en Santafé de Ralito y Tibú, el Plan Patriota y las escaramuzas en cerca de quinientos municipios del país.
Eso de que aquí reina la quietud, quizás haya llegado a tu oído, si es que tus lagunas te permiten recordar ponerle las pilas a tus audífonos; pero no te preocupes, que ese mal, el de la sordera por culpa de la amnesia, acompañado del gen de la terquedad, está generalizado por estos lados; de él ya adolecen el ministro Carrasquilla, Fabio Echeverry, los banqueros y 27 millones más de adultos colombianos.
Bueno, es verdad lo de la quietud pero evidentemente están hablando que por estos días todos quieren inmovilizarse. Parece que eso es más barato que mandarse hacer un estudio fotográfico con Carlos Duque y montarse en el reality de una campaña para llegar al Congreso, sin contar con el ahorro de escándalos de alcoba, de closet y de los remiendos en las declaraciones de renta.
Sí es cierto lo que te dijeron. No creceremos más este año Y también es cierto que no debemos buscar las causas afuera. Nos quedamos chiquitos este año, como me decías cuando no me tomaba la sopa: por pura «constitución». Con razón nos están haciendo injertos
Por esta época hay más trancones en las vías de la ciudad que para los proyectos presidenciales en el Congreso. Quizás tú que estás tan cerca del Canal de la Mancha y lejos de toda mácula, si puedas entender porqué comparan a Uribe con el famoso Hidalgo y porqué escogió a un ministro de la talla de Sabas, como su fiel y leal acompañante.
Pobres-Pobres casi no se ven, ni se oyen y quizás ni existen como dicen el DANE, el Minprotección social y todos estos osados muchachotes, que son mejor ejemplo de economía en las explicaciones que tú, con tus giros cada vez más escasos y con ese pretexto que contradice tu fe en la patria, de que los dólares engordan más allá que aquí en Montería.
El país inseguro-inseguro no es. Basta que llegues a tu casa antes del noticiero de las siete (y que por supuesto no lo veas), que no tengas vecinos pobres o desempleados y que parezcas que no trabajas, que no tienes ahorros, que estás naufragando en deudas y que sólo estás a la espera de un consulado, la alcaldía de Soacha, una curul en el Congreso, la oportunidad en un reality, o que hayas aplicado a última hora en una autodefensa.
Lamento como tú, lo del Once Caldas, pero me quedó una duda. Cuando te referías a que eso nos pasaba por estar muertos de miedo por los ataques rivales, sin ninguna capacidad creativa y con el eterno versito del cuerpo técnico, ¿Estabas hablando de fútbol?
Me entristece que hayas decidido aplazar tu viaje de vuelta al país. Hacen falta colombianos como tú, que salieron en la época de crisis en busca de oportunidades, que hacen fuerza todos los días para que esto cambie y regresar al terruño. El país te debe por lo menos la afiliación al Seguro Social y a un fondo pensional, para que vean por esa inmerecida y patriótica hernia discal.
Pero ánimo, como decías desde las épocas de Turbay: Imposible que el año entrante estemos peor. Ah y Feliz Navidad.

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